domingo, 22 de noviembre de 2015



INSECTOS ENDÉMICOS DE LA RESERVA DE CAZORLA Y LAS VILLAS, de altos y bajos vuelos como los que se refugian bajo las piedras en los lechos de los ríos.


Gusarapa común







Las que habitaban aquella zona no solían ser muy grandes, un tamaño normal de no más
de 200 a 500 gramos pero era muy audaz y terriblemente luchadora, en ocasiones un ejemplar pescado con caña llegaba a resistirse luchando hasta más de media hora y esto resultaba apasionante,a veces se introducía entre la maleza de la que era extraída con sumo cuidado y la pericia del pescador. La mayoría de peces luchan por su vida hasta la extenuación pero ninguno con tal vigor, fortaleza y ganas de vivir como la trucha.
Simplemente poder observar los movimientos en su habitad, verlas al acecho de posibles presas en los remolinos que forman las cascadas en las torrenteras de aguas trasparentes es maravilloso.
Los buenos pescadores de truchas se suelen fabricar sus propios señuelos con plumas de aves y diversos utensilios para la pesca con mosca al látigo o curricán con buldó.




  

                                           Cebos artificiales industriales para la
                                          pesca al curricán y al arrastre, son muy
                                            efectivos y atrayentes tanto en el mar
                                                       como en agua dulce.  
          Moscas fabricadas a mano imitando cebos artificiales para la pesca  tipo látigo.                                                                   


Lugares preciosos llenos de rincones bellos y paisajes inigualables, y no digamos de sus tres ríos: el Aguascebas chico que desemboca en el Aguascebas grande y éste en el Guadalquivir justo en la pequeña villa de Mogón, todos repletos de peces: barbos, bermejas, truchas y alguna nutria se podía ver sobretodo al anochecer.
Con el tiempo fui aprendiendo los misterios de la pesca y especialmente de la trucha común, la que habitaba en aquellos ríos de aguas transparentes, me conocía todos los rincones y escondrijos donde podía encontrarlas pescándolas a mano, ninguna se me resistía a pesar de ser muy escurridizas, cuando caía en mis garras ya se podía dar por perdida. Las especies de truchas que habitaban aquellos ríos verdaderamente eran preciosas, con unos variados colores inigualables, tenerla en la mano y acariciarla era como poseer uno de los más preciados tesoros.

No quiero presumir ni alardear de las grandes capturas que he hecho a lo largo de toda mi vida como pescador, en este blog voy a narrar las anécdotas y pasajes más significativos que hacen más gracia y por ciertos apuros que pasé sin grandes consecuencias, el encuentro con los lobos, las pocas veces que he sido perseguido por los guardas forestales logrando siempre escabullirme con gran habilidad y las hazañas vividas con los amigos y compañeros.

La gran ilusión de mi vida ha sido desde siempre ir a pescar truchas al Canadá o a La Patagonia, mi hijo Javi siendo muy joven me prometió que iríamos los dos cuando él acabara sus estudios y ganara para ahorrar lo suficiente y cumplir mi sueño, nunca pudo realizarse y no fue por el asunto económico sino por otras causas que ahora no vienen al caso.

Mis primeras hazañas comenzaron a muy corta edad, no había cumplido los ocho años cuando me reunía con mi vecino, el que vivía al otro lado del río que me llamaba y yo acudía solícito con ganas de aprender y practicar lo poco que sabía, no pasó mucho tiempo ya pescaba más a mano que con aquella rudimentaria caña. Con el tiempo llegué a conocer bajo que piedras se refugiaban aquellos escurridizos tesoros e incluso las veía nadando hacia ellos, entonces yo con mi pericia las atrapaba.

Mi primer tesoro para poder practicar la pesca con eficacia fue una auténtica caña que me regaló Pier Francois, el pintor al que le serví como ayudante en la restauración de la iglesia, tenía 14 años, hasta entonces me limitaba a pescar con la rudimentaria caña y, eso si, ya me hice con auténticos anzuelos y sedales.
Con Pier aprendí muchos trucos y forma de lanzar, me enseñó que los mejores cebos son los naturales, los que están en el habitad de lo que se va a pescar, infinidad de bichitos se podían encontrar bajo las piedras y muchos insectos volaban por encima de nuestras cabezas, siempre que podía pillar alguno lo enganchaba en el anzuelo y presa segura.


Muy buenos ratos y jornadas de pesca pasé con mi “maestro”, Mosieur Pierre Francois,mucho aprendí en el andamiaje pintando como en las aguas pescando, recuerdo una ocasión que fuimos a la cabecera del Guadalquivir muy cerca de su nacimiento por debajo del Pantano del Tranco en lo más alto de la sierra de Cazorla.

Nacimiento del Guadalquivir


Imágenes del Pantano del Tranco. Truchas de hasta 20 kg. Se han pescado aquí




Siempre lo llevaba repleto de botes y latas de pintura y algún saco de cal para las mezclas de sus pinturas al fresco pero nunca faltaba sitio donde meter las cañas y las viandas para pasar el día, solíamos ir los domingos o días festivos, nos parábamos a comer allá donde nos pillara con hambre y recuerdo que en una ocasión fuimos para pasar solo la mañana con la intención de regresar a comer a casa pero la pesca estaba tan animada que decidimos quedarnos también por la tarde, no habíamos llevado viandas, y… ¿donde podíamos comer por aquellos parajes donde no había restaurantes ni nada parecido? Mosieur Francois era un veterano con buenos recursos, ya en alguna ocasión comimos de lo pescado pero nos gustaba algo más sólido y típico de la tierra, divisamos una pequeña casa de labradores cerca del río y hacia allá nos dirigimos pensando en lo que nos podía ofrecer la dueña de la pequeña y destartalada casita tipo cortijo andaluz, es lo que por allí suelen llamar “cortijillo”, la mujer era tan pobre que apenas tenía que ofrecernos pero vimos gallinas correteando alrededor de la casa por lo que supusimos que huevos por lo menos tenía la buena mujer, más una olla de barro bien guardada repleta de chorizo en manteca de cerdo (lo del chorizo lo supimos después de ella salir a la huerta a buscar unos tomates). Mientras esperábamos yo divisé un trozo de tocino con muy buena pinta colgado en la chimenea, mire Pier le dije sin mas, y él sacando una navaja del bolsillo agarró el trozo de tocino y partió dos pedazos que comenzamos a zamparnos con un cacho de pan que había sobre una pequeña mesa, en ese momento entro la dueña y dijo: NOOOOO POR DIOS¡¡¡¡¡ NO TOQUEN ESE TOCINO QUE ES CON EL QUE ME ALIVIO LAS ALMORRANAS, ya les tengo preparado algo más rico de mi propia cosecha al tiempo que nos colocaba ante nuestras narices un suculento plato con huevos fritos y chorizo acompañado con una fresca ensalada de tomate y cebolleta. Todo nos supo a gloria. Después de pagar a la señora una generosa cantidad nos fuimos a echar una siesta bajo un sauce a la orilla del río. Nunca se me olvidará este día y sobretodo lo del tocino que el amigo Pierre no entendió y más viendo lo que se nos avecinaba, yo si la entendí pero al ver los huevos con el chorizo se me fueron las penas olvidando con qué se aliviaba la pobre señora sus hemorroides.




Después de una tranquila siesta y hecha una buena digestión continuamos toda la tarde pescando.
Terminamos la restauración de la iglesia más algún que otro trabajo que le salió después,
él se marchó a otros trabajos en la misma provincia y yo ingresé en el Ejército. No volví a pescar hasta cuando tenía más o menos 20 años que iba a pasar las vacaciones con mi hermano Pepe, su mujer Francisca y las niñas, Rosamari y Josefina. Veranos muy agradables he pasado con ellos sobretodo en las fiestas del pueblo y con la pandilla de amigos bañándonos en la desembocadura del Aguascebas donde de vez en cuando practicaba mi deporte favorito. Era una pandilla muy maja con la que íbamos a pasear por la alameda rondando a las chicas del bonito y pintoresco pueblo.












5 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Me encanta Jesusico, ves como tienes muchas cosas que compartir y tus seguidores leer ? Espero que sigas poniendo muchas más cosas y más anécdotas. Que pasada la del tocino ja ja ja . Besicos y ále amigo, a seguir escribiendo. Besicos miles y apretaos.

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  3. No se que ha pasado don el comentario, parece que se ha borrado. Decía Jesús en el, ¿ Puedes añadir en el blog la opción '' seguidores' ? Besicos

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  4. Me gusta mucho.... lo vi un poco a la ligera, pero esta noche le voy a dedicar mas tiempo. Gracias por compartir toda tu creatividad con nosotros!!!!
    i tambè amb catalá:
    M'agrada molt .... el vaig veure una mica a la lleugera, però aquesta nit li dedicaré més temps. Gràcies per compartir tota la teva creativitat amb nosaltres !!!!
    Isabel

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  5. En el alma de un mallorquín furtivo, permanece el amor de una tierra que lo vio nacer y vivir una juventud montonera, entre la presa, junto a su casa, el Peñón del Moro, allí, en la Aguacebas. Que bonito, Jesús. Un abrazo desde Ronda.

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